Yo viviría de bares y cafés, de amores sin tiempo y libros de misterio, de carteras y cinismo, de acidez y guitarras eléctricas, de lagrimas y te en hebras, de días nublados y sueños que se escapan, de palabras directas y recuerdos entremezclados, de amistades pasajeras y pasajes a otro mundo, de noches de insomnio y cuadros mal pintados, de besos negados y golpes no dados, de absurdos y fugacidad, de días que no llegan y oportunidades perdidas, de sendas equivocadas y aquel sí que no fue, de mañanas de invierno y centros comerciales, de caprichos y pseudo-victorias, de realidades contundentes y chocolate amargo... así lisa y llanamente... simple y atroz, sencilla y visceral.
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